Los precios de la miel siguen tonificados. La oferta mundial es relativamente menor y la demanda internacional crece. Quienes producen material vivo, en tanto, confían que este escenario alentará inversiones de sus clientes pampeanos y litoraleños. En Mendoza hay un fuerte trabajo de selección y mejoramiento genético de abejas.
sábado, 14 de agosto de 2010
Los muy buenos precios de la última cosecha de miel y la estabilidad de los valores en los últimos dos o tres años, más la aceptable demanda de material vivo desde otras zonas productivas, fortalecen el optimismo de los apicultores mendocinos que se aprestan para el inicio de una nueva temporada.
Las primeras observaciones indicarían que las colonias de abejas han pasado bien el invierno, aunque resta saber si las primeras floraciones de primavera ayudarán a un buen inicio del ciclo 2010/2011. Por el lado de las cabañas, confían en que, a pesar de la difícil situación de la actividad en la región pampeana y el litoral (donde están sus clientes más fuertes) los buenos precios del producto serán suficiente aliciente para reponer material vivo e inclusive ampliar inversiones.
Javier Poblet, presidente del Consejo Asesor Apícola Provincial indica que “estamos saliendo de una invernada relativamente buena, luego de varias temporadas con un despoblamiento importante de los apiarios durante el invierno”.
Advierte, no obstante, que estas son las primeras impresiones de productores que empiezan a revisar sus apiarios. “Falta ver cómo ‘despega’ la temporada con las primeras floraciones y cómo han impactado las fuertes heladas invernales en el monte natural”, señala.
Un buen año
Poblet, que es productor de miel (en el Valle de Uco y en Luján de Cuyo) y presta servicio de polinización, recuerda que “la temporada anterior había empezado con una primavera (2009) seca, lo que hacía suponer una magra cosecha; pero el monte y la floración de la zona de oasis anduvieron bien, y los rendimientos estuvieron en los valores promedio normales (entre 18 y 20 kilos por colmena) y en algunos casos un poco por encima.
El sector venía de una temporada 2008/2009, cuando en algunos lugares los rendimientos no habían superado los 10 kilos por colmena.
Entre 2005/2006 y 2006/2007, Mendoza llegó a producir cerca de 1.000 toneladas de miel (alrededor del 1% de la producción nacional). Hubo una caída importante en 2008 (de alrededor del 50%) y se recuperó en 2009/2010 hasta alcanzar probablemente unas 800 toneladas. Hoy está en cerca del 2% de la producción total del país, lo que denota la caída que registraron las principales provincias productoras.
Es que, si bien Mendoza perdió muchas colmenas la situación, en términos relativos, es más crítica en el ámbito nacional, donde se sintió más el impacto de la sequía, que al parecer ha sido el factor de mayor peso.
Material vivo
Mendoza es muy importante productora de abejas reina, celdas reales, paquetes y núcleos, y el negocio tiende a crecer, incluyendo algunas experiencias de exportación.
Luis Gómez, titular de Cabaña Apícola Guaymallén dice que este segmento del negocio apícola anduvo “bastante bien” el último año; aunque sin llegar al desempeño que tuvo en 2002/2003.
En esos años las ventas fueron muy importantes, porque las inversiones que vieron impulsadas por la devaluación del peso más el aumento del precio (en dólares) de la miel en el mercado internacional.
De todos modos, como los precios de la miel son alentadores, los productores tratan de reponer colmenas y hay gente que se suma a la actividad, todo lo cual mantiene activa la demanda.
Gómez, que es miembro de la Asociación Mendocina de Criadores de Abejas Reinas (de la que participan poco más de 20 productores), confía no obstante que “podemos tener una buena temporada de venta”. La temporada empieza en un mes más, con celdas reales; a partir del 10 de octubre se inicia la entrega de reinas; y a fines de octubre-principios de noviembre se entregan los núcleos.
Mejora genética
Con el propósito de producir material vivo confiable y apto, la Asociación de Criadores, con el apoyo del Consejo Asesor Apícola de Mendoza, desarrolla un Programa de Selección y Mejoramiento Genético de Abejas.
Valeria Tobares, co-responsable técnica (junto con Diego Lema) de la Coordinación del Programa, explica que “se trabaja en un protocolo de manejo y un sistema de aseguramiento de la calidad del material vivo obtenido”. Las combinaciones genéticas deseadas se logran mediante fecundación controlada. Para ello se trasladan reinas vírgenes y zánganos seleccionados a una zona aislada, libre de abejas.
Al mismo tiempo se trabaja en un Centro de Multiplicación, donde se va a reproducir parte de la genética que se ha ido seleccionando, para compartirla luego con los apicultores. El Ing. Juan Juricich, responsable de ese Centro, va a desarrollar celdas reales y, junto con miembros del Consejo Apícola, ofrecerá talleres de multiplicación, probablemente uno por departamento.
En esos talleres harán prácticas de propagación. De hecho, están convocando a los productores para que se acerquen a los Consejos departamentales y vayan formando grupos para hacer con tiempo un cronograma
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